Un viaje dramático y divertido por las profundas grietas del racismo
Este artículo sobre la película ganadora de tres premios Óscar: mejor
película, mejor guion original y mejor actor de reparto, y dos nominaciones, a mejor
actor y mejor montaje.
Jaime Fernández Molano*
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Sus protagonistas Mahershala Ali (pianista) y Viggo Mortensen (conductor), el más sólido componente para la realización de la cinta. |
Como
ocurre con el lector de grandes obras literarias, en Green Book el
espectador navega y se profundiza entre el cielo y el infierno por los
vericuetos del alma humana, en una especie de montaña rusa que se bambolea
entre la cúspide y el abismo, entre la diversión y el drama, pero siempre
cargada de humor, frescura y esperanza.
En Green
Book: una amistad sin fronteras, nos encontramos con una fabulosa
historia de la vida real, ocurrida en la década de los años sesenta al pianista
negro de música clásica Don Shirley y a su conductor y guardaespaldas, el
italoamericano Tony Vallelonga, en un viaje-gira realizado por el sur de los
Estados Unidos.
La
película arranca con pie derecho al encontrar en sus actores protagonistas,
Mahershala Ali (pianista) y Viggo Mortensen (conductor), el más sólido
componente para la realización de su obra.
Desde
el comienzo de la cinta se percibe un ambiente propicio para el desarrollo de
una historia fuerte, impregnada de humor y drama.
La historia transcurre al rededor del viaje que realiza el pianista negro en una gira de conciertos por el sur profundo y racista de los Estados Unidos de la época, quien ha buscado previamente (por clasificados) al conductor-guardaespaldas que le acompañará en su largo viaje.
La historia transcurre al rededor del viaje que realiza el pianista negro en una gira de conciertos por el sur profundo y racista de los Estados Unidos de la época, quien ha buscado previamente (por clasificados) al conductor-guardaespaldas que le acompañará en su largo viaje.
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Una entrañable amistad surge en medio del drama y del humor en Green Book. |
Como
lo señalamos al comienzo, la fuerza interior del relato tiene la más sólida
base en la magistral actuación de este par de actores protagonistas.
De
esta forma, la narrativa de la cinta se desenvuelve con gran fluidez y una
cierta magia dramática que sale siempre bien librada, hasta en los episodios
más tristes, crueles y tensos, donde se evidencia esa marca imborrable del
racismo irracional, brutal e inadmisible para nuestra época, que deja por
momentos sin aliento al espectador.
La
película, dirigida por Peter Farrelly, con guion original escrito por el hijo
de Vallelonga, Nick Vallelonga, así como por Farrelly y Brian Hayes Currie, se
sostiene sobre una estructura y un montaje muy bien logrados, con un valor
agregado: un ambiente sostenido y constante, que maneja de forma impecable
drama y comedia sin altibajos escénicos ni actorales.
Green
Book: una amistad sin fronteras, deja una huella impactante por su
historia, por el guion, por sus impecables actuaciones, y por lograr, como en
las grandes obras literarias, que el lector y/o el espectador naveguen con
todos sus sentimientos encontrados, en lo más profundo de la triste, feliz e
incomprensible condición humana.